Cómo ser perfeccionista y no tener ansiedad
El ser perfeccionista es un rasgo de personalidad especialmente frecuente dentro de las personas que padecen ansiedad, y no es por casualidad, sino todo lo contrario, ya que el perfeccionismo es una de las mayores fuentes de angustia y estrés que nos podemos encontrar, siendo un rasgo completamente independiente de nuestras demandas del entorno.
¿El ser perfeccionista es heredado?
Dentro del campo de la psicología nunca podemos ser categóricos, pero en el caso del perfeccionismo así como el orden, los patrones de limpieza, etc… sí que encontraremos con mucha facilidad a un familiar con el mismo patrón de personalidad, perfeccionista, exigente, rígido o con un poco de cada. Es por ello que el perfeccionismo se considera que tiene un patrón de aprendizaje muy importante ya que se hereda de padres a hijos. Aunque no todos los hijos necesariamente deben ser perfeccionistas solo aquellos que tengan una personalidad concreta, más un estímulo contextual de orden, meticulosidad, o incluso de gran competitividad desarrollarán un estilo perfeccionista.
Ventajas e inconvenientes del perfeccionismo
Ventajas:
- Me motiva a esforzarme para hacer bien las cosas.
- Hago un buen trabajo a veces y me siento satisfecho por ello.
- Se me valora el buen trabajo que hago.
- Me siento protegido de la crítica, el fracaso o la desaprobación si las cosas salen bien.
Inconvenientes:
- Gran ansiedad que me impide trabajar tan bien como puedo
- No corro riesgos y no hago errores necesarios para aprender
- Evito la crítica de los demás, la cual ayuda a mejorar
- Invierto demasiado tiempo
- Otros que no son tan perfeccionistas son igual de valorados
- Soy tan autocrítico que no disfruto de lo que hago bien
- Los errores me hacen sentir sin valor
- Me deprimo al no poder alcanzar la perfección
- Soy muy exigente con la gente y esto me hace estar más solo
- Problemas con otros por mi exigencia y críticas
- Los otros se sienten incómodos con la gente “perfecta”
Cómo ser perfeccionista y no tener ansiedad
El perfeccionismo y la ansiedad están íntimamente relacionados, veamos una serie de recursos para intentar ser un poco menos perfeccionista y controlar mejor nuestra ansiedad.
Limita tu tiempo
Uno de los mejores recursos para controlar el perfeccionismo es el saber planificarse, y especialmente realizar planificaciones a nivel temporal, no por objetivos. Es decir marcar cuánto tiempo tengo para realizar una tarea y respetar los horarios. Si yo tengo dos horas para realizar un informe lo haré en dos horas máximo, si por el contrario no me marco un tope temporal acabaré dedicando toda la tarde a hacer el informe y posiblemente parte de la noche.
Fracciona tus objetivos o metas
Otro de los principales problemas para las personas perfeccionistas es el marcarse objetivos muy grandes y ambiciosos y verlos como un único objetivo, cuando realmente ese objetivo se compone de muchos pasos intermedios que propiamente serían objetivos individuales. Por lo que al verlos todos juntos, la persona se angustia por sentir que no va a poder alcanzar su meta.
Márcate objetivos realistas
Uno de los errores más frecuentes es marcarnos metas u objetivos poco realistas, que van a exigirnos más tiempo del que disponemos y nos van a acabar frustrando puesto que nunca llegaremos a alcanzar nuestras metas. Si tienes dudas contrasta y pregunta al resto si creen que tu objetivo es demasiado ambicioso. Si más de una persona te dice que has apuntado muy alto quizás convenga revisar tus metas.
Delega responsabilidades y coordina
Quien mucho abarca poco aprieta. En muchas ocasiones vale la pena revisar un trabajo más que hacerlo todo uno mismo. Es muy importante saber trabajar en equipo y delegar las responsabilidades entre los diferentes miembros del equipo. Si sabes coordinar bien a tu equipo podrás alcanzar metas más grandes con mucho menos esfuerzo. Pero para ello deberás delegar y confiar en el resto. No creas que solo tu sabes hacer bien las cosas.
Dedícate un espacio para descansar a diario
Las personas perfeccionistas se van tensionando a lo largo del día. Es por ello que necesitan tener un espacio a diario para poder eliminar las tensiones y relajarse. Este tiempo debe estar programado e intentar ser respetado a diario ya que si no está programado acaba desapareciendo. Puede ayudar el pensar que una persona descansada es mucho más eficiente que una cansada. Si queremos hacer las cosas bien hemos de descansar.
Aprende de tus errores
Los errores nos hacen crecer, es una de las principales fuentes de aprendizaje. Nuestras experiencias tanto las exitosas pero especialmente en las que nos equivocamos y hemos de corregir van a hacernos avanzar. No estamos por encima del bien y del mal y como humanos que somos antes o después nos equivocaremos. Hemos de verlo como una oportunidad de crecer y aprender. De lo contrario nos bloquearemos y tendremos tanto miedo a hacer las cosas mal que nuestra ansiedad acabará por complicarnos mucho más la tarea en cuestión.
Esperamos que estos recursos os puedan ayudar.
Rubén Blasco, Psicólogo Colegiado Nº 14830. Más información en: tratamiento-ansiedad-depresion.com
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